Entra un enanito a un bar muy solitario. Tanto, que no había nadie ni en la barra.Bueno entra y dice:
-Alguien me da un refresco.
Y nadi le contesta a si es que grita de nuevo:
-¡Alguien me da un refresco!
Y otra vez nadie le contesta.
Cada vez más enfurecido grita, todavía más fuerte.
-¡¡¡ALGUIEN ME PUEDE DAR UN REFRESCOOOO!!!
Se acerca un poco a la barra y escucha algo. Agudiza el oído y oye:
-De naranja o de limón.
Y lo decía el camarero que era otro nanito que estaba al otro lado de la barra
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